Discurso del Presidente de la República de Costa Rica, Miguel Ángel Rodríguez Echeverría, durante la celebración del primer aniversario de la Agenda Decenal para la Niñez y la Adolescencia.
Lunes 24 de setiembre de 2001.
A ver, levanten la mano ¿cuántos saben quién es Claudia Poll? ¿Quién es Franklin Chang? ¿Quién es Eric Lonnis? ¿Quién es Laurens Molina?
Bueno, algunos de ustedes no sabían quién es Laurens Molina. Laurens es un muchacho que nació sin sus dos piernas y, aún así, logró clasificarse en su silla de ruedas para las olimpíadas en las que participan todas las personas que, como él, tienen una discapacidad. Tan buena fue su participación que un grupo de científicos le regaló unas prótesis que le permiten caminar y correr, sí, correr, y movilizarse como siempre lo soñó.
Y, ¿por qué les he contado esto? Porque Claudia, Franklin, Eric y Laurens demuestran a los costarricenses que sí podemos. Que nuestros sueños, sean ganar una medalla olímpica, viajar al espacio, clasificar para un mundial o poder andar y correr sin problemas, son posibles.
Porque queremos que ustedes, como ellos, puedan cumplir sus sueños, el año pasado preparamos un plan de trabajo que reúne lo que ustedes, niñas, niños y adolescentes, así como lo que nosotros, los adultos en el Gobierno, las organizaciones no gubernamentales, las iglesias, las empresas y la sociedad civil, entre otros, queremos alcanzar en diversos campos que afectan su bienestar, para el año 2010.
Este documento es la Agenda Nacional para la Niñez y la Adolescencia, a la que hoy le celebramos su primer cumpleaños.
Y, a un año de promulgada, lo que más nos alegra es que esta amplia Agenda, que integra a tantos sectores y tantas instituciones, ya está en ejecución y es una realidad que nos deja ver sus primeros frutos. Frutos tan importantes e históricos como la Ley de Paternidad Responsable, una ley que asegura el derecho de nuestros niños y niñas a llevar el apellido de su papá y contar con su apoyo. Una Ley pionera en derecho de familia en el mundo, que nos llena de orgullo a todos los costarricenses.
Otro de nuestros logros en este primer año es el Programa De la Mano, una novedosa iniciativa con la que miles de papás y mamás estimulan tempranamente a sus chiquitos desde los cero a los cinco años. Del mismo modo, con el de Hogares Comunitarios y Medio Tiempo, alrededor de 5 mil pequeños y pequeñas reciben atención integral y una adecuada nutrición y en los CEN CINAI más de 18 mil son atendidos mientras sus padres pueden trabajar, o bien estudiar o capacitarse.
Pero no solo eso. En este año, para seguir favoreciendo el desarrollo de destrezas y su estimulación temprana, 10.600 niños y niñas más se matricularon en prematernal y maternal. Y otros 15 mil ingresaron a preescolar. A la vez les ayudamos a los de primaria y secundaria con becas y bonos para que no abandonen sus estudios, lo que ha permitido reducir la deserción y la repitencia.
Hoy nos sentimos muy entusiasmados, además, porque gracias a nuestros esfuerzos y al trabajo de los educadores y los padres de familia, tenemos casi 71 mil estudiantes más en los colegios que hace cuatro años. Logramos así una cobertura de 73.6%, que el país no superaba desde 1980 cuando tenías un 60%.
Hemos triplicado también el número de estudiantes que reciben informática educativa, para que cada día más de niños y niñas y jóvenes aprendan las nuevas tecnologías y tengan acceso a los nuevos conocimientos que les ayudarán en sus estudios y les permitirá conseguir buenos empleos.
Estas acciones tienen un propósito: proteger los derechos de los más jóvenes. Por eso, estamos trabajando en la eliminación progresiva del trabajo infantil y en la protección de las personas adolescentes trabajadoras. En varias regiones del país, como en Turrialba y el Golfo de Nicoya, por mencionar algunas, se están ejecutando programas para erradicar el trabajo infantil y reinsertar a esos jóvenes al sistema educativo.
Y en el caso de las muchachas que han quedado embarazadas, las ayudamos a través del Programa Construyendo Oportunidades, otorgándoles un subsidio temporal para cubrir sus gastos y capacitarlas para que pronto puedan velar por sí mismas y por sus criaturas.
Queridos niños y queridas niñas:
Les he mencionado algunos de los principales logros que hemos alcanzado en este primer año. Sabemos que falta mucho por hacer, pero estamos trabajando en eso. Por eso, tenemos esta Agenda que, como se han dado cuenta, es por y para ustedes. Una Agenda para que todos los chiquitos y chiquitas costarricenses tengan caritas felices.
Una Agenda que hemos hecho porque ustedes son nuestra esperanza, son nuestra alegría y nuestra fe. Porque ustedes son semillas de futuro en nuestras manos. Porque ustedes son lo mejor que tiene Costa Rica. La prueba de la confianza que tiene Dios en nosotros. Muchas, muchas gracias.