Discurso del señor Presidente, Dr. Miguel Angel Rodríguez. Costa Rica en el Siglo XXI: Tecnología de Información para el Desarrollo
20 de Octubre, 1999
Me llena de satisfacción dar una mirada por esta sala y ver tanta gente capaz y comprometida a participar en este seminario, cuyo objetivo es diseñar una estrategia de desarrollo para el área de la tecnología de la información, dada su importancia para el bienestar presente y futuro de nuestra sociedad.
Vivimos en un periodo de la historia de la humanidad en que el orden mundial se redefine a cada instante. Nunca antes el ser humano había experimentado cambios tan acelerados y radicales en las formas de comunicarse, de organizar la producción, de intercambiar y de competir. Hoy en día, es el trabajo intensivo en conocimiento el que toma relevancia; no es la máquina, la computadora lo que importa, sino el programa; no es la empresa más grande la que triunfa, sino son los procedimientos y los procesos los que determinan las mejores y más competitivas industrias. En fin, no son los cuerpos, los aparatos y lo material lo más importante, es más bien lo inmaterial lo que resalta: los conocimientos, los procesos y los métodos para producir, para trabajar, para competir y para crear.
De ahí que, se aduce que el conocimiento y la información son los recursos productivos más valiosos en el orden económico mundial que se consolida, quienes ostenten las nuevas formas generar y transmitir información y conocimientos serán las sociedades más productivas y sus países se presentarán como los más competitivos, logrando con esto, mayores niveles de bienestar y desarrollo humano para sus miembros.
Por eso, hablar de tecnologías de información y del conocimiento es hablar de oportunidades para ser más productivos, es hablar de ventajas competitivas en el comercio internacional y en la atracción de inversiones. En síntesis, hablar de las tecnologías de información y del conocimiento en el contexto actual, es hablar de las oportunidades para el desarrollo humano de nuestros pueblos.
Ya he mencionado antes el estudio de competitividad realizado por el World Economic Forum. En él, Costa Rica sale clasificado en la posición 34 de 59 países analizados. Esta clasificación es dada analizando diferentes aspectos que afectan la competitividad de un país. Dentro de estos aspectos, nuestra mejor calificación se obtuvo en el rubro de Gobierno, gracias a la estabilidad y solidez de nuestra democracia, de la cual todos estamos tan orgullosos.
Pero, ¿Saben ustedes cual rubro fue el segundo mejor calificado? Fue un empate entre apertura y tecnología. Es más, la puntuación más alta obtenida por Costa Rica en este estudio fue en un sub-segmento del rubro tecnología, denominado "Internet y relaciones con proveedores", en el que Costa Rica fue clasificado como número uno en el mundo.
Estas cifras son alentadoras, pero debemos verlas no como preseas de una contienda ya librada, sino como lo que verdaderamente son, signos que nos apuntan en la dirección de una oportunidad de mejoramiento, de superación. Según decía el filósofo Heráclito, "Lo único que se mantiene constante es el cambio". No podemos quedarnos donde estamos, porque eso significa retroceder. Solo para mantenernos donde estamos, hay que nadar contra la corriente. Ahora imagínense el tremendo esfuerzo que necesitamos hacer para avanzar a donde todos queremos estar, o sea en la cima.
Es aquí donde entra en juego la tecnología, y donde vemos la razón por la cual llaman al Internet "el gran igualador". Como antes lo hicieron la revolución agrícola y la revolución industrial, la "revolución del conocimiento" se está perfilando como un agente que cambiará el mundo como lo conocemos. Esta tecnología nos da la posibilidad de dar un salto y poder comenzar a figurar dentro de las líneas de los países más desarrollados, sin necesidad de poseer la infraestructura histórica con que cuentan estos países, y por la cual nos han llevado siempre la ventaja.
Ahora un costarricense tendrá la posibilidad de ofrecer su producto de una manera más amplia y a un mercado más grande que nunca, o sea el mundo entero. Aunque en la actualidad la Internet nos plantee un obstáculo idiomático para su uso, es bien sabido que un comprador es más propenso a comprar cuando se le comunica en su propio idioma. Cada día habrá mayor número de páginas adaptadas a nuestra realidad en este medio. Se espera que el número de usuarios de Internet en América Latina crezca de 5.26 millones a 24.3 millones para el 2003, el crecimiento más acelerado a nivel mundial. El comercio electrónico en nuestra región se espera que crezca un 4,000% en los próximos 5 años. Necesitamos prepararnos para poder usufructuar los beneficios de este nuevo panorama, y aunque estamos avanzando, aún no estamos preparados.
Estamos más adelantados que muchos países Centroamericanos e incluso Latinoamericanos. Pero mientras que en Costa Rica ni el 2% de la población tiene acceso a Internet, muchos países superan el 25%, con Estados Unidos a la cabeza un poco por encima del 40%. Estos son los países con los que debemos compararnos. Esta es nuestra competencia. Hay que poner la vista al frente, no detrás. Y no digo esto para que nos sintamos derrotados, sino más bien como alerta para que no nos conformemos con lo logrado hasta el momento.
Es por eso que estoy alegre de estar aquí presente. Es el momento de sentarse y unir esfuerzos, y pensar en la gran oportunidad que la tecnología nos presenta, y plantearse una estrategia para nuestro futuro. Y no solo para el desarrollo del sector tecnológico en sí, sino también como soporte al desarrollo del resto de las actividades de nuestro país. Necesitamos hablar y plantearnos el cambio en diferentes temas.
Necesitamos desarrollar maneras en las que podamos hacer la migración hacia un gobierno más digitalizado. ¿Que nos falta para poder votar electrónicamente en el futuro? ¿Hay leyes, paradigmas u otros obstáculos que le impidan a los diferentes ministerios y organismos gubernamentales compartir información? ¿Imagínense la agilidad de los trámites, y la mejor calidad de los servicios a los ciudadanos si pudiéramos ofrecerlos por medio de Internet?
Por una tradición de invertir en educación que nos fue heredada de los fundadores de la República, debemos encontrar la forma de usar la tecnología para el apoyo del desarrollo de nuestro capital humano. En el pasado hemos hecho buena labor en el campo de la educación formal. Ahora necesitamos pensar en como seguir desarrollando a nuestro pueblo, no solo usando la tecnología como herramienta de enseñanza en escuelas y colegios Esto es necesario pero no suficiente. Necesitamos crear una cultura de Internet, para lo cual necesitamos no solo que nuestros hijos aprendan y se acostumbren a usar la red, sino que hagan de agentes multiplicadores y ayuden a sus padres a utilizar esta gran herramienta.
Necesitamos crear una cultura electrónica, en la que estudiantes, padres y sobre todo los trabajadores y profesionales hagan uso de la tecnología para mejorar su capacitación y entrenamiento, ya sea por los medios formales como por nuevas vías, como lo son el Entrenamiento Basado en Computadora, aprendizaje a distancia o simplemente por medio de lo que se llama "surfear" la red.
Dentro de todos estos temas encontraremos problemas comunes, tal y como lo son la no adecuación del marco regulatorio actual frente al panorama planteado por la tecnología, o el tema de la infraestructura de telecomunicaciones del país. Estos son temas que han sido de preocupación para nosotros desde el inicio de labores, y sobre los cuales es necesario reflexionar y llegar a una solución adecuada, y que pueda ser implementada en el corto plazo, dada la urgencia del tema.
En el área de adecuación de nuestro marco regulatorio se deben hacer esfuerzos para modificar o eliminar aquellas leyes que retrasen el desarrollo tecnológico nacional, en áreas como comercio electrónico, acceso a Internet y digitalización. Es necesario trabajar en conjunto con organizaciones como UNCITRAL y con el resto de los países latinoamericanos para desarrollar marcos regulatorios que nos permitan competir en un nuevo mundo globalizado. Debemos incluir los récords electrónicos, firmas electrónicas y el comercio electrónico dentro de nuestro marco regulatorio actual, o seguiremos anclados al papel y las ceremonias del siglo por pasar.
Debemos desarrollar nuestra infraestructura de telecomunicaciones. Esta es la base para la conectividad y la competitividad en el próximo milenio, y no debemos ni podemos quedarnos atrás. Es hora de hacer cambios y de hacerlos rápido. Creo que en este seminario tenemos la oportunidad no sólo de encontrar los problemas, sino de proponer soluciones a éstos. Necesitamos darle acceso rápido a Internet a todos los costarricenses, y ponerlos en igualdad de condiciones que el resto del planeta.
Como se los mencionaba antes, dada la tecnología del "gran igualador" Internet, poner a un costarricense en igualdad de condiciones no implica grandes gastos como en otros momentos. No implica construir grandes fábricas, ferrocarriles o super-carreteras para el tránsito de furgones. Implica que tenemos que darle acceso a Internet y darle acceso a una cuenta de correo electrónico a toda nuestra población. Estas son las Garantías Sociales del Siglo XXI, que ayudarán a la competitividad de Costa Rica en el próximo milenio.
Aquí mi preocupación es que con el monopolio existente, no podemos jamás competir con el desarrollo que se está dando en otros países, donde diversas compañías con enormes recursos están compitiendo con distintas tecnologías para llevar acceso rápido a Internet a todas las familias. En Europa y Estados Unidos se da una lucha intensa entre empresas que ofrecen Internet por cable, otras que lo hacen por medios inalámbricos y otras que lo hacen con tecnologías nuevas que amplían la capacidad del sistema de cobre. Es difícil pensar que podamos competir con esto si mantenemos la situación actual, donde toda la inversión la hacen únicamente el ICE y RACSA.
Finalmente, les recuerdo que el fin de este seminario es plantearnos una estrategia, un camino a seguir. De los planteamientos, ideas y soluciones que propongamos hoy se desarrollarán planes, que les aseguro serán tomados y desarrollados por las diferentes instituciones, y en muchos casos con la ayuda del Banco Interamericano de Desarrollo, el que desde ya nos ha asegurado su colaboración en este campo.
Deseo darle las gracias a todos ustedes por su presencia, y a los señores del BID por ayudarnos a organizar este evento. Estoy seguro que de aquí saldrán conclusiones y acuerdos que nos permitirán construir una sociedad más productiva y un país más competitivo, sobre la base del conocimiento y la información, en aras de un mayor desarrollo humano para todos.
Muchas gracias